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Un análisis de la respuesta de México en la disputa del T-MEC

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Desde que México impuso sus restricciones al maíz genéticamente modificado (GM) en las tortillas el pasado mes de febrero como medida de precaución para proteger la salud pública y la biodiversidad del maíz, el gobierno de EE.UU. ha justificado repetidamente su impugnación de las políticas en virtud del acuerdo comercial de los países con la afirmación de que estás políticas no se basan en la ciencia. 

Como dijo el Secretario de Agricultura de EE.UU., Tom Vilsack, el pasado agosto, cuando se presentó el caso de EE.UU. bajo el mecanismo formal de disputa del Tratado Mexico Estados Unidos Canada (T-MEC), "el enfoque de México hacia la biotecnología no se basa en la ciencia y va en contra de décadas de pruebas que demuestran su seguridad y el riguroso sistema de revisión regulatoria basado en la ciencia que garantiza que no plantea ningún daño a la salud humana y el medio ambiente."

México ha presentado su respuesta formal a EE.UU. en la disputa comercial. Publicada el 5 de marzo, México demuestra firmemente que tiene a la ciencia independiente de su lado.

Como señala el gobierno mexicano en su respuesta de 200 páginas, "Lejos de existir un consenso sobre la inocuidad de los transgénicos, la evidencia científica apunta a diversos efectos negativos en la salud, en los maíces nativos y en el medio ambiente, derivados del cultivo y consumo de maíz transgénico." (119 -las citas del documento están en cursiva y se citan aquí por sus párrafos numerados, ya que la paginación es diferente en las versions de ingles y español)

Con el fin de ofrecer una guía de lectura de este largo y técnico documento, el Instituto de Políticas Agrícolas y Comerciales (IATP, por sus siglas en inglés) destaca aquí algunos de los puntos más importantes. Incluimos algunas citas en el texto y al final del mismo la de importantes líderes académicos, de la sociedad civil y del gobierno, que han desempeñado un papel decisivo en el esfuerzo de décadas para detener el maíz transgénico y su herbicida acompañante, el glifosato. 

Ocho comunicaciones invitadas de Organizaciones no Gubernamentales (ONG) de Mexico y EE.UU. se presentarán el 15 de marzo en apoyo de las restricciones de México. Canadá, como tercera parte que apoya la queja de EE.UU., también lo hará. Estados Unidos tiene hasta el 26 de marzo para rebatir las alegaciones de México. Ahora corresponde a EE.UU. responder concretamente a las pruebas científicas presentadas por México. Esas pruebas incluyen:

Riesgos derivados del consumo directo de maíz transgénico: 13 páginas de pruebas de que el maíz transgénico, en particular las variedades Bt resistentes a los insectos, plantean riesgos potenciales para la salud humana por daños en el tracto intestinal y otros órganos.

  • Eso incluye 66 referencias académicas de revistas revisadas por pares. (Al final de este artículo se incluye una lista parcial).
  • Los riesgos documentados se derivan de: la exposición directa a través de los alimentos; los cambios epigenéticos que pueden transmitirse a la siguiente generación; el aumento de la resistencia a los antibióticos; y la reducción del contenido nutricional.
  • Muchos destacan el aumento de los riesgos en México para una población que consume diez veces la cantidad de maíz que consumimos en Estados Unidos y lo hace en tortillas y otras formas mínimamente procesadas que representan una escala de exposición dietética muy diferente a la que afrontamos en Estados Unidos.
  • "Dada la importancia fundamental del maíz como alimento básico cotidiano en México, la población en México está altamente expuesta y vulnerable a estos riesgos debido a la cantidad de grano de maíz que se consume directamente de manera cotidiana en forma de tortilla y otros alimentos elaborados con harina y masa nixtamalizada." (24)
  • "Aunque Estados Unidos ha intentado trivializar y descartar este cuerpo de evidencia científica, la evaluación de México indica que los riesgos son reales y de particular preocupación para la salud humana en México." (382)

Riesgos del consumo de residuos de glifosato en el maíz transgénico: 16 páginas de pruebas, incluidas 74 referencias académicas, sobre los elevados riesgos para los consumidores mexicanos de los residuos de glifosato en el maíz transgénico. Se ha documentado que esos residuos ya están presentes en las tortillas mexicanas a pesar de que es ilegal cultivar maíz transgénico en México y el país produce casi todo su propio maíz blanco y nativo para tortillas. Esa evidencia de trazas de glifosato, presumiblemente procedente de maíz transgénico importado, es una de las principales razones de las restricciones al maíz transgénico.

  • La propuesta de México cita la creciente cantidad de pruebas que demuestran que la exposición directa al glifosato provoca cáncer, como ha constatado un jurado tras otro en los casos de daños y perjuicios contra Monsanto y su propietaria Bayer.
  • Múltiples referencias académicas que muestran los riesgos de exposiciones de bajo nivel por residuos en los alimentos consumidos. Una vez más, los niveles mucho más altos de consumo de maíz en México multiplican el riesgo y hacen que las normas estadounidenses y la mayoría de las normas internacionales sobre niveles aceptables de residuos sean discutibles, lo que justifica el enfoque de precaución de México.
  • "México considera que la ingestión de glifosato residual y otros contaminantes presentes a través del consumo directo de grano de maíz transgénico representa un grave riesgo para la seguridad alimentaria en México." (174)

Procesos reguladores estadounidenses laxos que no garantizan la seguridad para México: México cuestiona la presentación de la ciencia estadounidense que alega seguridad: "Estados Unidos, lejos de demostrar que las medidas señaladas no están basadas en la ciencia, presenta información carente de rigor científico, desactualizada o con conflictos de interés." (230-235)

  • Muchas de las fuentes citadas por EE.UU. – México destaca 33 – no proceden de fuentes académicas o revisadas por expertos.
  • Otros están obsoletos y muestran investigaciones peligrosamente desfasadas para una tecnología tan relativamente reciente sobre la que surgen continuamente nuevos conocimientos científicos. (16 de los estudios citados por EE.UU. tienen más de diez años).
  • Estados Unidos cita repetidamente amplios estudios de agencias científicas, pero la mayoría tienen más de diez años. 
  • Incluso aquellos son citados selectivamente, como la afirmación estadounidense de que la Academia Nacional de Ciencias (NAS por sus siglas en ingles) en una encuesta de 2016 confirmó la seguridad de los transgénicos. De hecho, las pruebas de seguridad de la NAS provienen de comparaciones del consumo de Estados Unidos (con transgénicos) y Reino Unido (sin transgénicos), pero ninguna con un perfil como el de México. 
    • Como señalaron los investigadores en la Academia Americana de Pediatría: "No había estudios epidemiológicos publicados a largo plazo que evaluaran directamente el impacto potencial sobre la salud de los alimentos modificados genéticamente y la exposición a herbicidas asociada, por lo que las conclusiones sobre la salud se hicieron en gran medida en ausencia de datos disponibles."
  • Muchos de los estudios citados muestran conflictos de intereses, lo que indica financiación por parte de empresas biotecnológicas o investigadores asociados con intereses biotecnológicos.
  • Las normas reguladoras estadounidenses son débiles, ya que no exigen estudios con animales ni otras evaluaciones de seguridad antes de aprobar una nueva variedad modificada genéticamente.
  • Los “más de 4.000 estudios” referidos por Estados Unidos para demostrar la inocuidad de los transgénicos están plagados de estos errores. La mayoría proceden de pruebas realizadas por las propias empresas cuando solicitan la aprobación de los organismos reguladores estadounidenses para comercializar nuevas variedades transgenicas. Pocos son revisados por expertos. Menos aún, se basan en ensayos de alimentación animal a largo plazo.
  • México destaca que Estados Unidos no puede presentar un solo estudio académico que demuestre que el consumo a largo plazo de grandes cantidades de maíz transgénico mínimamente procesado y tratado con glifosato sea seguro para el consumo. Por eso México tomó las medidas precautorias que tomó. Como dijo a Reuters el Subsecretario de Agricultura de Mexico, Víctor Suárez: 
    • "Pero hasta el día de hoy no hemos visto ningún estudio científico que ha presentado Estados Unidos y las empresas sobre la inocuidad del consumo continuado a lo largo de años. Por lo tanto, no hay bases científicas para que Estados Unidos y las empresas afirmen que su maíz es inocuo."

La cuidadosa evaluación de riesgos de México de conformidad con las directrices del T-MEC: México presenta amplias pruebas de que, en efecto, ha realizado el tipo de evaluación de riesgos que exige el acuerdo comercial, y que el acuerdo otorga a México el derecho a determinar los niveles de protección que considere necesarios y, a continuación, a interpretar la ciencia disponible a la luz de ese compromiso.

  • En ese contexto, las normas reglamentarias estadounidenses, relativamente laxas, ofrecen pocas pruebas útiles para un país tan altamente dependiente del consumo de maíz como México. La ausencia de estudios a largo plazo con altos niveles de consumo obligó a México a realizar su propia evaluación de riesgos basándose en la ciencia disponible.
  • México enumeró la documentación de ese riesgo en una publicación de 31 páginas de 2020 de la agencia científica nacional, que ha estado a disposición del gobierno estadounidense y de los medios de comunicación para su revisión. México ha actualizado constantemente esa base de pruebas en un banco de datos a disposición del público que ha servido de base para su decreto actualizado de 2023.
  •  "La Evaluación de Riesgos evaluó los posibles efectos adversos en la salud de los mexicanos por la presencia de contaminantes, específicamente residuos de glifosato y proteínas en alimentos elaborados con maíz transgénico comúnmente consumidos por los mexicanos." (403)

Riesgos del maíz transgénico para las variedades de maíz nativo: México también presenta numerosas pruebas de los riesgos que entraña para las variedades de maíz nativo la polinización cruzada con maíz transgénico, incluido un estudio exhaustivo realizado por la propia comisión ambiental del entonces Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Dicha contaminación puede socavar la integridad genética de las variedades de maíz nativo de México, que, según argumenta, es un recurso natural único y en peligro de extinción, valioso no sólo para México sino para el mundo para el futuro fitomejoramiento.

  • México cita 13 leyes nacionales distintas y tratados internacionales que le obligan a proteger el maíz nativo.
  • Esa obligación incluye una excepción especial en el actual tratado comercial que permite a los países tomar medidas que garanticen los derechos culturales e indígenas, de los que el maíz nativo se considera parte integrante.

El uso de medidas que "distorsionen lo menos posible el comercio": México demuestra que sus medidas se eligen cuidadosamente para minimizar el impacto en el comercio internacional, satisfaciendo la obligación del T-MEC de que un gobierno utilice las medidas que menos distorsionen el comercio disponibles para lograr un objetivo político legítimo.

  • La restricción mexicana al uso de maíz transgénico en las tortillas afecta a una ínfima parte de las exportaciones de maíz estadounidense a México -quizá el 1%-, ya que alrededor del 97% se destina a la alimentación animal y a usos industriales. México es en gran medida autosuficiente en maíz blanco y nativo para tortillas. 
  • A los agricultores estadounidenses afectados no se les impide exportar a México. De hecho, pueden obtener precios superiores si cambian al maíz blanco no modificado genéticamente.
  • Las restricciones se aplican a todo el maíz transgénico de cualquier procedencia, incluso del interior de México, por lo que no discriminan en modo alguno a Estados Unidos.
  • Las medidas no implican restricciones comerciales de ningún tipo, sólo una restricción del uso de maíz transgénico en las tortillas.
  • La impugnación estadounidense de la llamada "instrucción de sustitución" de México, para reemplazar gradualmente el maíz transgénico en la alimentación animal y los usos industriales, es errónea y, en el mejor de los casos, prematura. En este momento no impone ninguna acción específica ni indica ninguna restricción comercial ni ninguna fecha en la que se promulgarán medidas. Para probar el punto, México señala que desde que el decreto fue anunciado en febrero de 2023 las exportaciones de maíz estadounidense a México han aumentado significativamente, no disminuido.
  • En su reclamación, Estados Unidos no identifica una política "alternativa que distorsione menos el comercio" que las restricciones mínimas de México, como lo requiere el T-MEC. Como señala México, Estados Unidos sugiere que "debido a que la Prohibición del Maíz para Tortilla no logra ningún [Nivel Adecuado de Protección], una alternativa razonablemente disponible y menos restrictiva del comercio sería retirarla por completo." (450)

Los expertos han elogiado la respuesta de México como una sólida justificación científica de sus políticas: 

"Si ganamos, pondremos en entredicho todo un modelo de producción. Sería un gran logro, establecer un estándar internacional. Si nuestro maíz es derrotado en su centro de origen, veríamos lo mismo en otros centros de origen para otros cultivos. Las empresas biotecnológicas se envalentonarían", dijo Monserrat Téllez, de Semillas de Vida (México).

"México presenta amplia evidencia científica sobre los riesgos para la salud humana y el medio ambiente del consumo de maíz transgénico con residuos del herbicida glifosato. El gobierno de México tiene todo el derecho de determinar el nivel de protección adecuado para proteger la salud humana", según el Dr. Fernando Bejarano, Red de Acción sobre Plaguicidas y Alternativas en México (RAPAM).

"Los mexicanos somos los mayores consumidores de maíz, especialmente, a través de la tortilla. Tenemos el derecho a prohibir el uso de maiz transgénico en la elaboración de las tortillas ya que no sólo se trata de la presencia del maíz transgénico sino también de mayores concentraciones de residuos de glifosato. Además, de que nuestro país es centro de origen y diversidad de maíz, base de nuestra cultura culinaria que ha sido declarada patrimonio de la humanidad. Tenemos derecho a proteger este bien alimentario y cultural," declaró Alejandro Calvillo, Poder del Consumidor.

"Damos aa bienvenida a esta vigorosa defensa de los programas de México para transformar su sistema alimentario. La ciencia que presentan respalda campañas de larga data de la sociedad civil a favor de alimentos sanos y sistemas agrícolas biodiversos. Hay mucho aquí que podría contribuir a debates más sustantivos sobre nuestro sistema alimentario y agrícola también en Estados Unidos", observó Karen Hansen-Kuhn, directora de comercio y estrategias internacionales del IATP.

Desde que México anunció por primera vez sus intenciones de limitar el maíz transgénico y el glifosato en su cadena de tortillas, el gobierno estadounidense ha afirmado que las políticas de México no se basan en la ciencia. Esta respuesta exhaustiva refuta esa afirmación, presentando cientos de estudios académicos que muestran motivos de preocupación sobre la salud humana y la amenaza a la diversidad del maíz nativo. Corresponde ahora al gobierno de Estados Unidos responder antes del 26 de marzo con datos científicos, ofreciendo su evaluación de los estudios que México cita y que muestran motivos de preocupación.

Ocho comentarios formales de ONGs estadounidenses y mexicanas sobre el conflicto se entregan el 15 de marzo, con la publicación con traducción prevista para el 4 de abril. El IATP mantiene una página de recursos sobre el conflicto del maíz transgénico.

Lista parcial de revistas académicas citadas por México sobre la ciencia

Science 

Env Health Perspectives 

Journal of American Science 

Food & Nutrition Sciences 

British J of Nutrition 

Nature 

Scholarly J of Agric

Science J of Applied Toxicology 

Food & Agric Immunology 

International Immunopharmocology 

Agroecology & Sust Food Systems 

Int J of Biological Science 

J of Organic Systems

Environmental Science Europe 

Frontiers in Plant Science 

Food & Chemical Toxicology 

African Journal of Biotechnology


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